La fecha de elección de autoridades de gobiernos locales y del gobierno regional está cerca y no se escuchan propuestas de turismo sostenibles. El hecho que los candidatos desconozcan los recursos, no significa que el tema hay que pasarlo por alto.
El país pacificado es un jardín hermoso que visitar. En Perú existen muchos destinos turísticos, siendo Machu Picchu quizá el principal ícono. En San Martín al parecer aún no se ha tomado debida conciencia de los recursos turísticos que posee. Existen algunas cascadas que están siendo muy bien explotadas y promocionadas como la de Ahuashiyacu en Tarapoto. Las comunidades nativas quechuas de Lamas y San José de Sisa. También las aguas termales de Moyobamba y Sacanche. La Laguna Sauce, de cien hectáreas, es bien visitada. Los rápidos de los ríos Mayo, Huallaga y Huayabamba. Lamentablemente el río mayor, Huallaga, se encuentra en un momento crítico, de bajo caudal, tiene la profundidad pedregosa expuesta al quemante sol, en el distrito de Buenos Aires. Caminatas ecológicas por bosques vírgenes. Aunque, los tiempos virginales de estos bosques quedaron solo en los recuerdos, porque la gente ha ingresado sin ninguna autorización a explorar y explotar sus recursos para beneficios económicos personales. Allí están los renacales del Alto Mayo, que cada cierto lapso ingresan grupos de desadaptados a desboscarlos. Están los cerros de la Cordillera Azul, que también son deforestados cada cierto tramo por gente que ingresa agazapada, como que es enviada por el REY DEL MAL para destrozarlo, gente que demuestra que tuviese fobia y rabia al bosque. El bosque del Alto Pachiza, que da a la Gran Saposoa, el que no fue visitado porque había una laguna encantada, que retumbaban los truenos, emergían rayos infernales y se desataba una feroz lluvia cada vez que el hombre llegaba. Ahora los invasores han roto su virginidad natural por la ambición de madera, de acaparar terreno para la venta. Bueno, si esto es bueno, ¿dónde se han metido las autoridades de este tema? ¿Por qué los invasores hacen y deshacen con los terrenos de éstos bosques, como si realmente no hubiera alguna autoridad ambiental?
La nación Chachapoya vivió en el vasto territorio que comprende desde la FORTALEZA DEL KUÉLAP en el departamento de Amazonas hasta EL GRAN PAJATÉN en el departamento de San Martín, colindante con el departamento de La Libertad. La altitud de ésta franja va de los 2,700 metros sobre el nivel del mar hasta los cuatro mil en promedio, que queda en la cordillera que divide San Martín con los departamentos de La Libertad, Cajamarca y Amazonas. ¿Por qué vivían los Chachapoyas en éstas partes altas? Pues, los Arqueólogos manifiestan que preferentemente por su condición de nación guerrera, para proteger a sus familias. Se dice que LA FORTALEZA DEL KUÉLAP cumplía la función de no permitir el ingreso de LOS INCAS u otras etnias en francas batallas, hasta el retiro de los pretendidos invasores totalmente derrotados. Quizá por esa razón, el Inca que logró derrotar a la nación Chachapoya, por supuesto luego de varias caídas, atacó por el lado opuesto, por la montaña Las Cruces, cercana a la actual provincia de Bolívar, en el departamento de La Libertad. EL GRAN PAJATÉN cumplía la función de la práctica de ritos especiales de los máximos dignatarios, de los jefes, se supone anualmente. ¿Y qué fue del vasto territorio que une estas dos maravillas? Aquí vivía el pueblo, la nación Chachapoya, en ciudadelas construidas en las cimas de los cerros. Además de las ciudadelas, están los cientos de mausoleos en los farallones, los kilómetros de terrazas alrededor de estos cerros y los kilómetros de caminos empedrados. A éste conjunto de restos arqueológicos el descubridor GENE SAVOY, el año 2001 denominó EL GRAN SAPOSOA. Una maravilla arqueológica que resalta en este inmenso complejo arqueológico es la Laguna de las Momias o Laguna de los Cóndores (Aunque las momias fueron trasladadas a Leymebamba, a un museo de sitio); pero, aun así sigue siendo una maravilla.
Toda esta riqueza está siendo manipulada y trabajada en agricultura artesanal por personas que vienen de Bolívar, Chuquibamba, Leymebamba, Rodríguez de Mendoza, sin ningún tipo de dirección ni de control, como si esta maravilla careciera de valor. Ésta riqueza es del pueblo peruano; y el Gobierno Regional debe empoderarse, tomarlo como suya, trabajar y convertirla en destino turístico. Esta sería una propuesta turística sólida.