.Es bueno escuchar y enmendarse. Se decía que las Leyes se daban en cuatro paredes entre “eruditos”, en la capital. Muchas Leyes contravenían a los intereses del pueblo. Eran inertes, carecían de vida, estaban sin alma. Es que, si la Ley no emana de la voluntad de la población, simplemente tiene esas características. Y, ellas, conllevaban a descontentos sociales.
La audiencia sobre la Ley de seguridad alimentaria, realizada el martes 16ar13, en Tarapoto, podría decirse que casi cubre las expectativas; pues, habría que definir: ¿Los congresistas vienen a escuchar al pueblo o vienen para que el pueblo los escuche? La población debe hablar más y los congresistas deben hablar menos. Que los representantes locales y regionales no asistan, no es ninguna novedad.
Bien, vamos al caso. En dos minutos no se podría haber sintetizado lo que aquí se indica:
Primero: El nombre del Pre Dictamen: “Derecho a la alimentación, soberanía alimentaria, seguridad alimentaria y nutricional”, es demasiado ambicioso y no encuadra el objeto de la Ley. ¿Qué es lo que se pretende con esta Ley? Que se alimenten las personas que no lo están haciendo. ¿Con ésta Ley se va generar o producir alimentos? No. Con ésta Ley se hará llegar los alimentos producidos a los que no tienen; es decir, se afinarán los procedimientos y protocolos, distribuyendo con mejor claridad las responsabilidades de las instituciones del estado creadas para este fin. Entonces, el título se circunscribiría a “seguridad alimentaria”, nada más. Y, ¿Por qué no derecho a la alimentación y soberanía alimentaria? Porque ambas frases son inherentes a la persona humana. No porque se dice en la Ley las personas se van alimentar, se diga o no, estas personas se alimentarán; por eso, es más que suficiente el término de “seguridad alimentaria”.
Segundo: ¿Es necesaria esta ley para que las personas que no están siendo alimentadas lo sean? ¿No se está poniendo al descubierto la ineficacia de las instituciones responsables? Bueno, con esta Ley se va alimentar a quienes no lo hacen, con los alimentos producidos en cada zona. La adquisición de los alimentos se hará con recursos del Estado; es decir, de todos los peruanos. Con ésta Ley se estará dando pescado en la boca a quienes no comen. ¿Hasta cuándo se les dará el pescado en la boquita? ¿Hasta cuándo ya estén enamorándose? ¿Hasta cuándo estén casados? Bueno, al parecer, es una solución paliativa y nada estructural; porque luego, seguirán apareciendo nuevas bocas que quieren pescado.
Tercero: Aún el título de “seguridad alimentaria” es muy amplio. Quizá ahora haya seguridad para los que comen normal y para los que comen mal, debido a que hay producción de alimentos. ¿Dónde se producen los alimentos? En el suelo. Las aves, los ganados, se alimentan de plantas que se producen en el suelo. Las hortalizas, los cereales, las legumbres, las frutas, en fin todos los alimentos vegetales se producen en el suelo. ¿Dónde se producirán alimentos si se pierde el suelo? Entonces, allí sí, ya no habrá “seguridad alimentaria”, ni para los que comen normal ni para los que comen mal. Entonces, la seguridad alimentaria, no debe circunscribirse solo a distribuir los alimentos existentes, si no, a la producción de los mismos en el recurso suelo. La seguridad alimentaria no debe ser mirada ni tratada como una simple distribución, sino como una garantía de producción de alimentos, en base a la conservación del suelo agrícola que hagamos ahora. Por supuesto que el proyecto de Ley no tiene este enfoque; si no, mira el presente, que es paliativo. Bajo este contexto, el título de la ley sería: “Distribución alimentaria”.