La sociedad humana avanza en el tiempo infinito sin un rumbo definido. ¿Cuál es el fin supremo de esta sociedad humana? ¿Quizá, agotar los recursos naturales? ¿Esperar la llegada de algún evento que destruya la tierra: (Terremoto, caída de un asteroide, se apague el fuego de la tierra, extinción de oxígeno, incremento excesivo del nivel del agua sobre la tierra, desaparición de agua dulce de la superficie terrestre)? El promedio de vida humana de 70 años en realidad es muy poco, en relación al aporte que hace cada persona a su sociedad y al medio natural donde vive; sin embargo, en estas siete modestas décadas, muchos de los humanos maltratamos a nuestra propia sociedad, asesinando a las personas, envenenándolas, privándolas de alimento, de oxígeno.
La sociedad humana está conformada por familias. Ningún ser humano nace al azar, sino es en el calor de una madre y de un padre. Ninguna persona vive aislada de la familia y la sociedad; siempre está ligada a la sociedad de cualquier manera.
Vale felicitar las iniciativas gubernamentales de constituir instituciones que velan por la familia; pero, al parecer, un alto porcentaje de sus funciones está avocado a apagar incendios; es decir, a solucionar problemas inherentes a la dinámica familiar. Mejor sería desarrollar proyectos conducentes a fortalecer la unidad de las familias en base a los pilares fundamentales de la vida humana: (a) Primero, que la familia (personas que la integran) esté sana físicamente. Ello implica, prevención y control de la salud, alimentación adecuada, práctica deportiva necesaria durante toda la vida del individuo, generación de ingresos de recursos a la bolsa familiar (b) Desarrollo de capacidades, involucra la erradicación real del analfabetismo, la profesionalización de todos los individuos de las familias, el mejoramiento constante de la calidad de las instituciones educativas, el fomento a la investigación del mas alto nivel. (c) Fortalecimiento del valor espiritual, conlleva a cultivar los valores humanos, basados en Dios, como el respeto mutuo de las personas, la solidaridad, la puntualidad. Los actos emotivos de las personas deben basarse al bien de los demás. Respetar y tener Fe en Dios, conduce inevitablemente a la práctica del respeto al prójimo.
Una buena medida de las instituciones relacionadas a las familias, sería desarrollar un programa de asesoramiento y asistencia preventiva a las familias, a fin de fortalecerlas. La grandeza de un país debe sustentarse en la unidad de sus familias.
Los gobiernos nacionales del planeta, deben unir criterios que conlleven a consolidar la UNIDAD FAMILIAR. Una buena sociedad está constituida de buenas familias; y, una buena familia está constituida de buenos integrantes.
Una buena sociedad es aquella que vive en armonía con el medio ambiente. No podrían vivir los seres humanos sin oxígeno, sin agua, sin suelos que produzcan alimentos, sin plantas ni animales.